sábado, 3 de enero de 2009

LA BODA

No todo lo que brilla es oro, dijo Amelie con el anillo de bodas de su hermana entre los dientes.
¿Quién hubiera dicho que el futuro marido, de apellido Millonario, no tenía ni un centavo en el bolsillo?
¡Que estupidez!, se escuchaba entre los invitados, ¿Cómo van a suponer que el hombre tenía plata únicamente por su apellido? ¡Que gente ignorante!
Y ahí estaba la novia, Angélica Maria del Carmen Concepción, pataleando sobre la cama, y gritando histéricamente, mientras que sus parientes la miraban indignados llevándose los regalos. Devastados, se iban de la fiesta, vestidos con todo lo que habían encontrado en el ropero y sin poder disfrutar de la supuesta fortuna del supuesto marido.
¡Un horror! Decía la tía Carlota, consolando a la madre de la novia para que no se arrancara más los cabellos.


El padre de la novia, sin dejar de tomar todas las botellas de vino que encontraba, pensaba en como iba a pagar lo que había gastado a cuenta: el auto, la casita en Mar de Ajó, la cuota del club de golf. Su pensamiento fue interrumpido cuando le arrancaron la botella de las manos, los del servicio de catering, que se llevaron todo rápidamente, hasta los muñequitos de la torta.
Pero lo peor todavía no llegaba, apareció el diseñador del vestido que muy ofuscado e insultando en francés, la tomó de los pelos y a coro de mentirosa y ladrona de sus súbditos maquilladores y peinadores, le sacó el vestido, los zapatos y la ropa interior, y se fue, dejándola desnuda, despintada, despeinada.
De pronto, Angélica María del Carmen Concepción, lanzó un gruñido y una mirada temeraria. Todos dieron un paso hacia atrás, nadie se animaba a decir una palabra.
Salió de la habitación, recorrió todo el patio desnuda, hasta que se encontró frente a frente con su supuesto futuro marido supuestamente millonario. Lo miro, de arriba abajo, con el traje alquilado, con el Fiat Europa modelo ’80, detrás de él.
Todos esperaban el momento en que se le tirara encima como una fiera para matarlo. Pero no. Lo tomó de un brazo y se subieron al auto. Sin mirar atrás, se fue para siempre, para no volver.
Y si alguna vez, se encontrara con alguien conocido, hablaría como si nada hubiera pasado y diría que su marido era gerente de una compañía internacional.
Todo sea, por la maravillosa satisfacción, de aparentar.

6 comentarios:

Panchuss dijo...

carla:

este texto, me acuerdo que lo leiste en el taller. pero una cosa es escucharlo, y otra leerlo.
me hace acordar a la pelicula "esperando la carroza", o algunas peliculas de Custurica donde los personajes secundarios son los que realmente hacen el guion, y los protagonistas simplemente estan ahi, a merced de los demas.
con esta idea tenes para hacer tu cuento de varias hojas.
y si me permitis una critica, estaria bueno saber cuando se supo que el futuro marido era un pobreton, enriqueseria mucho el texto.
como te dije al principio, a los textos hay que leerlos, no escucharlos.
un beso
panchuss

Taller Literario Kapasulino dijo...

Gracias por la critica!
Me pasa que cuando lo leo me parece corto... lo que tendria que hacer un dia es sentarme y reformarlo, contar un poco mas.
Este cuento salio de un ejercicio del taller de marina y lo hice en la clase y no habia mucho tiempo, pero definitivamente tendria que darle un poco mas a esta historia, porque modestia aparte, esta buena, jajaja.
Besos!

Orion dijo...

Muy bueno, interesante la propuesta de Panchuss de poner la parte en que se descubre que el Señor Millonario es pobre, ya que esto alargaría un poco más a el cuento sin perder su magia.

Saludos

Anónimo dijo...

Hola Carla:

Si te gusta la literatura, seguro te vas a emocionar con estos cuentos leidos por el genial Alejandro Apo, más allá del fútbol mismo. Todo este material que me llevó mucho laburo compilar me gustaria compartirlo con mucha gente. Te lo envío y espero que te guste y me cuentes. LA PROMESA e INDEPENDIENTE, MI VIEJO Y YO, son de los cuentos más conmovedores que conozco.


http://conafecto.blogspot.com

Saludos

Jorge Clarotti

Unknown dijo...

Hola Carla,
Escribir es como tener un novio y uno muy celoso, hay que dedicarle tiempo, y mucho. Un texto puedes trabajarlo a lo largo de días, meses, años; pero al paso del tiempo te daras cuenta de como vas perfeccionandote.
A trabajar.
Besos

Azpeitia poeta y escritor dijo...

Me has hecho sonreir al leerte, yo siempre trato de encontrarle a la vida lo que nos arranca una sonrisa...un abrazo de azpeitia