

Nuestros textos... Desde Villa Constitución. Taller Literario
Son las tardes de otoño a las que le sacaría una foto.
Doradas, frescas, intactas y bien quietas; Solo… para no sentir al menos por momentos el viento atravesando los haces de luz. Para no pelearme con el pelo cuando se desordena más de lo acostumbrado, para no sentir que te quema la piel bajo la ropa, ni el frío sin ella porque no son suficientes ni las temperaturas bajas ni las altas.
Que el tiempo me torne más indecisa de lo que por naturaleza soy, no es algo a lo que crea poder llegar a acostumbrarme.
Los bichos ni se quedan ni se van, dan volteretas en el aire, desorientados como la mente confundida, cuando necesita respirar pero no viento ni sol ni bichos, si no, motivos para ser feliz y sentir paz, que van mucho más allá del aire.
Me sacaría una foto acostada en un montón de hojas secas, una noche sin viento, con una sonrisa de esas dignas de enmarcar, ni mucho diente ni tanta cara, con los ojos abiertos pero no tanto y los brazos estirados aunque uno solo estaría bien.
El pelo suelto, sin volver a peinar. Leer más...Así como las primeras silabas de cada estrofa del “padre nuestro” en latín dan origen a las notas musicales, la primer silaba de los nombres de los primitivos integrantes del taller dan sumados la palabra “Kapasulino”.
Kapasulino es nuestro color de la literatura. Cada uno de nosotros colabora con su pincelada personal para formar los distintos matices que conforman este grupo heterogéneo de personas sencillas con una misma inquietud: escribir.